Tras el núcleo, la chimenea que posibilitará la doble combustión dentro del barril. Se trata de un tubo de evacuación de agua cortado a la medida justa. Es de hormigón. De momento, tras tres años de funcionamiento, sin problemas.
Va rodeado de una lámina de hierro lacado de tres mm de espesor. El hueco entre estos dos elementos irá relleno de aislamiento. Así, el tubo de hormigón irá cogiendo temperatura que facilitará la combustión secundaria de los gases inflamables y el humo resultantes de la combustión primaria.
El relleno en este caso lo constituyen unos restos de manta de lana de roca y arlita.
El remate de la parte superior de la chimenea interna está hecho con una capa de unos 5cm de mortero refractario con arena de sílice.
Y sobre esta chimenea "interna" se coloca el barril de hierro, que me lo dió un amigo. Un poco de limpieza y pulido para quitar restos de pintura y óxido y a colocar.
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