Estufa Bilbaína Conclusión


Y la conclusión principal es que funciona muy bien. Eso sí, cuando nos vamos una semana de casa durante el invierno la fábrica pierde temperatura y la primera encendida hay que hacerla precalentando muy despacio. Yo meto en la hornilla una lata con alcohol de quemar y dejo que se consuma. De esa manera se evita el indeseado humo y el tiro va calentando poco a poco para conseguir algo de inercia. Nunca prendo la estufa con mucho material y siempre empiezo el fuego de menos a más, con palucos pequeños al principio y luego ya material más grueso. La hornilla de esta cocina la hemos hecho muy grande, con espacio suficiente para meter troncos de unos 30 cm de largo. Como tenemos dos estufas en casa nos ahorramos cortar leña en dos tamaños. Por la noche le metemos una paletada de carbón y eso facilita que por la mañana tengamos la estufa en marcha. En invierno cocinamos prácticamente de forma exclusiva en esta cocina y no gastamos gas. Calienta muy bien el espacio de la cocina y el zaguán de casa además de la habitación situada encima. El horno no lo hemos estrenado aún. Las piezas de mármol recuperadas que hacen de encimera cogen calor y suponen un área segura para dejar cazuelas, ollas y sartenes al apartarlas del fuego. Como calientaplatos funcionan muy bien. El termómetro que tenemos en la primera sección de la chimenea nos da una indicación segura del funcionamiento y nivel de combustión de la estufa.

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