cigarrín sin boquilla. Para Yaya

Hundido hasta la cintura

en esta melancolía viscosa

hablo un rato contigo

y me dices que hace frío.

Te imagino fumando uno de esos

cigarrillos finos sin boquilla,

medio encogida y tiritando

mientras hablas conmigo.

Compartir contigo es sencillo:

tú lo das todo envuelto en sonrisa.

Por eso te quiero como te quiero

Y me gustan tanto tus abrazos.

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